La fascitis plantar es la inflamación de la fascia plantar y produce dolor en el talón. La fascia plantar es una banda de tejido muy gruesa que cubre los huesos en la base del pie y se extiende hasta los huesos de la bola del pie actuando como banda de caucho para crear tensión en el arco del pie. Si la banda es larga permite que el arco del pie se sitúe bajo por lo que estaremos ante un “pie plano”, en el caso contrario, una banda de tejido corta produce un arco alto.
Causas de la Fascitis Plantar
La fascitis plantar afecta principalmente a los hombres activos entre los 40 y 70 años y es una de las dolencias ortopédicas más frecuentes. Son muchas las causas de la fascitis plantar, en primer lugar con el envejecimiento la fascia plantar pierde elasticidad, la grasa del talón se hace más delgada y en consecuencia no absorbe bien los golpes generados al caminar, produciendo dolor en el talón. Esta fuerza puede dañar la fascia haciendo que se hinche, se desgarre o se formen moratones.
La actividad de alto rendimiento a la que los deportistas profesionales someten a sus talones, especialmente cuando se corre en terrenos o superficies duras, provoca una sobrecarga en la planta de los pies, produciendo micro traumatismos que son los responsables de una posible inflamación del talón y de su dolor.
Es común que se suela relacionar esta patología con el espolón calcáneo y, pese a que es una complicación más de esta enfermedad, no existe relación causal directa ya que hay pacientes con fascitis plantar sin espolones.
Las variaciones anatómicas del pie también repercuten en la causa de esta lesión, por ejemplo si se tiene una pronación exagerada, pies planos, cavos, tendón de Aquiles corto, limitada flexión de tobillo o dismetría en las extremidades inferiores.
Además el uso de un calzado inadecuado, el sobrepeso, una mala postura o actividades que fuercen el talón pueden hacer que la fascitis plantar aparezca o empeore. Es necesario evitar actividades deportivas como carreras cuesta abajo y saltos.
Síntomas de la Fascitis Plantar
El dolor en la parte inferior del talón es el síntoma más común de la fascitis plantar y los síntomas empeoran a primeras horas de la mañana donde el dolor es más agudo. Este dolor puede ir acompañado de hinchazón leve de la zona, enrojecimiento, sensibilidad, calor y tensión en la planta del pie.
Cómo prevenir la Fascitis Plantar
La prevención de la fascitis plantar es sencilla y consta de estas medidas:
– El calentamiento y estiramiento previo al ejercicio físico es fundamental para evitar la fascitis plantar. Antes de cada entrenamiento es recomendable una carrera suave de 5 o 10 minutos. Después es necesario realizar, además de los estiramientos generales, unos específicos de la planta del pie para disminuir la probabilidad de lesiones en la fascia del pie y las estructuras músculo tendinosas.
– La elección de la zapatilla adecuada es imprescindible para el deportista. La zapatilla debe ser confortable con un tamaño adecuado al pie, ya que los pies pueden no ser simétricos.
Tratamiento para la Fascitis Plantar
El tratamiento en caso de lesión de fascitis plantar es amplio y dependerá siempre de la capacidad de recuperación del paciente y de la consideración del terapeuta a la vista de cada caso. Las pausas a seguir para la mejora de la fascitis plantar son las siguientes:
– Descansar lo máximo posible durante al menos una semana.
– Usar calzado con buen soporte y amortiguación.
– Método RICE: aplicar hielo en el área del dolor, al menos dos veces al día durante 10 a 15 minutos, con mayor frecuencia en los primeros dos días.
– Entrenar con el uso de una talonera ortopédica, almohadillas de fieltro en el área del talón o plantillas para zapatos.
– Usar férulas por la noche para estirar la fascia lesionada.
– Ultrasonidos (Entre 5 y 10 W/cm): reducen el dolor, aumentan el riesgo sanguíneo y ayudan en el tratamiento de esta lesión.
– Masaje profundo: Pequeños movimientos circulares sobre el área afectada, requiere de una dedicación diaria de entre 5 y 10 minutos.
– Ondas de choque: Es recomendable en pacientes con dolor de tipo crónico.
– Acupuntura: Tratamiento alternativo recomendado por varios autores.
– Taping: Vendaje con esparadrapo adhesivo que ayudan a calmar el dolor. Requiere de un tratamiento aparte, el taping alivia los síntomas, no cura.
– Ortopedia: Utilización de plantillas de absorción de impactos o personalizadas para evitar sobrecargar la zona.
– Corregir posturas: Corregir la pisada y postura corporal, recomendable el uso de plantillas.
– Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento del talón.
– Antiinflamatorios o analgésicos: Reducen la hinchazón y calman el dolor.
– Vigilar la dieta: Es recomendable seguir unas pautas nutricionales como por ejemplo ingerir alimentos ricos en zinc, que facilita la elasticidad de los tendones y en omega 3 para reducir la inflamación.
– Factores de Crecimiento: reducen la inflamación y el dolor en el talón y facilitan la recuperación del tejido curando la lesión. Los Factores de Crecimiento se pueden combinar con la Ozonoterapia.
– Ozonoterapia: tratamiento que utiliza ozono para la curación de lesiones, alivio del dolor, tratamiento de enfermedades y dolencias. La Ozonoterapia se puede combinar con los Factores de Crecimiento.
– Infiltraciones con esteroides: Puede aliviar el dolor pero no cura la lesión. No se recomiendan más de 2 ó 3 infiltraciones.
– Cirugía: En caso de dolor de tipo crónico cuando el resto de tratamientos no funcionen y por recomendación médica.