¿Qué es la tibia y qué es el peroné?
La Tibia es el nombre que recibe el hueso más largo de la pierna. Su extremo superior presenta dos eminencias óseas que se articulan con los cóndilos femorales que encajan conformando la rodilla, mientras que su extremo inferior forma el maléolo interno o prominencia interna del tobillo. La tibia es el único hueso que soporta el peso de la pantorrilla.
El peroné se sitúa de forma paralela a la tibia y es más delgado que ésta. A diferencia de la tibia, el peroné no soporta peso y no toma parte en la articulación de la rodilla.
¿Qué es una fractura de tibia y/o peroné?
Aunque cada uno de estos huesos puede fracturarse por separado, normalmente la fractura se produce de forma conjunta.
La mayor parte de las fracturas implican a la parte proximal del hueso (parte del hueso próximo a la rodilla) o a la parte distal (parte del hueso cerca del tobillo).
Debido a la fina cobertura de piel que recubre la tibia y el peroné, las fracturas generalmente son abiertas, es decir, el hueso roto rasga la piel, atravesándola.
¿Cuáles son las causas de la fractura de tibia y peroné?
La causa principal por la cual una persona puede sufrir una fractura de tibia y peroné es debido a un impacto o fuerza directa en la pierna. Puede ser debido por un fuerte choque o por torsión, cuando el hueso soporta mucha carga.
¿Cuáles son los síntomas de la fracturas de tibia y peroné?
Los síntomas más comunes en las fracturas de tibia y peroné son:
– Dolor agudo.
– Incapacidad para caminar, soportar peso o mover la pierna.
– Posible deformidad en el lugar de la fractura, hinchazón, hemorragia interna y exceso de sensibilidad en la zona, en caso de que la fractura sea cerrada.
– Desgarro cutáneo en el lugar de la fractura, en caso de que la fractura sea abierta.
– Pérdida de sensibilidad en la pierna y el pie debido a la afectación nerviosa.