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Tendinopatía Rotuliana. Rodilla de saltador

Tendinopatía Rotuliana

La tendinopatía rotuliana, también conocida como «rodilla de saltador» es una de las lesiones más habituales en el mundo del deporte, sobre todo en aquellas actividades físicas que requieren de movimientos, giros y saltos constantes, como por ejemplo atletismo, tenis o baloncesto.

No obstante, hay otros deportes en los que no es tan habitual padecer tendinitis rotuliana pero se encuentran un aumento de casos, como por ejemplo en el mundo del fútbol donde se han implementado ejercicios pliométricos de musculación y actividades que someten a la rodilla a un alto nivel de estrés posibilitando la aparición de esta patología.

El uso de un calzado inadecuado para practicar deporte de carrera puede ser causa de la aparición de esta dolencia.

Causas de la Tendinopatía Rotuliana

La tendinopatía rotuliana aparece, normalmente, por un uso excesivo de la unidad musculo-tendinosa causado por actividades que requieran saltos, correr intensamente, detener e iniciar la marcha frecuentemente y recibir fuertes impactos o golpes en la rodilla.

Entre los factores de riesgo de la tendinopatía rotuliana debemos tener en cuenta aquellas actividades físicas que requieren de unos entrenamientos severos o movimientos bruscos y constantes. Así mismo, entrenar en una superficie dura o con el calzado inadecuado, cambiar constantemente de deporte e incrementar la intensidad de entrenamiento pueden facilitar la aparición de esta dolencia.

Causas externas que están vinculados con el uso excesivo del tendón:

-El calzado inadecuado.

-Errores de entrenamiento (frecuencia, intensidad, duración).

-Problemas de la superficie o suelo (de superficie dura, cemento) que se utiliza para el deporte (como por ejemplo correr).

-Errores de entrenamiento, que se resumen en la regla de los «toos» (too much, too far, too fast, or too long). Esto se refiere a demasiado entrenamiento, demasiado volumen, demasiado rápido o demasiada distancia. Avanzar en el plan de entrenamiento en la agenda demasiado rápido es una de las principales causas de la tendinitis rotuliana.

Causas internas:

– La edad, la flexibilidad y la laxitud articular

– Sobrepeso. Además, el sobrepeso o la obesidad aumenta el estrés sobre el tendón rotuliana. Algunas investigaciones sugieren que el hecho de tener un mayor índice de masa corporal puede aumentar el riesgo de la tendinitis rotuliana.

– Contractura de los músculos de la extremidad inferior. La reducción de la flexibilidad en los músculos del muslo (cuadriceps) y los isquiotibiales podría aumentar la tensión en el tendón rotuliano.

– La mala alineación del pie, tobillo y pierna puede desempeñar un papel clave en la tendinitis. La posición del pie en el suelo, las anomalías en el recorrido de la rótula, la rotación de la tibia y una diferencia de longitud de las piernas pueden provocar aumento y, a menudo, una distribución asimétrica de la carga en el mecanismo del cuadriceps.

– Un aumento del ángulo-Q es un tipo común de mal alineamiento que contribuye a la tendinopatía rotuliana. El ángulo-Q es el ángulo formado por el tendón rotuliano y el eje de atracción del músculo cuadriceps. Este ángulo varía entre los sexos, siendo mayor en las mujeres que en los hombres. El ángulo normal suele ser inferior a 15 grados y si es mayor provoca más tirón en el tendón, generando una inflamación dolorosa.

– Rótula alta. Esta alteración provoca un aumento de tensión en el tendón rotuliano.

– Desequilibrio muscular de la extremidad inferior (desde la cadera hasta la punta del pie). Si alguno grupo muscular en las extremidades inferiores es más fuerte que otro, los músculos más fuertes traccionan con más fuerza del tendón rotuliana. Esta desigual tracción podría causar tendinitis.

Síntomas de la Tendinopatía Rotuliana

La tendinopatía rotuliana se caracteriza por un dolor agudo en la parte anterior de la rodilla justo por debajo de la rótula, inflamación del tendón rotuliano, hinchazón, impotencia funcional e incluso incapacidad de movimiento. El dolor aumenta al forzar el tendón, que generalmente ocurre al correr, saltar, subir escaleras y en los casos más intensos puede doler incluso al caminar.

La tendinopatía rotuliana se puede clasificar en cuatro estadios, dependiendo de la duración de los síntomas:

Estadio 1 – Dolor sólo después de la actividad, sin menoscabo funcional

Estadio 2 – Dolor durante y después de la actividad, aunque el paciente sigue siendo capaz de llevar a cabo satisfactoriamente su deporte.

Estadio 3 – Dolor prolongado durante y después de la actividad, cada vez con mayor dificultad en el desempeño a un nivel satisfactorio.

Estadio 4 – Rotura completa del tendón que requieren reparación quirúrgica.

¿A quién afecta la Tendinopatía Rotuliana?

La Tendinopatía Rotuliana puede afectar a cualquier persona, aunque la sobrecarga del tendón así como los traumatismos repetidos suelen ser mas frecuentes en deportistas, sobre todo en atletas maduros, principalmente hombres. Encontramos un mayor índice en aquellos que practican salto o deportes que requieren efectuar esta acción, como pueden ser jugadores de baloncesto o voleibol. Aunque es poco frecuente, esta lesión se puede llegar a observar en otros deportes como ciclismo o fútbol debido al estrés de entrenamiento al que son sometidos los deportistas.

Además, se encuentran casos de Tendinopatía Rotuliana fuera del ámbito del deporte, en personas que por su modo de vida o su actividad profesional llegan a sufrir esta dolencia.

Tratamiento de la Tendinopatía Rotuliana

Si la Tendinopatía Rotuliana es leve puede tratarse sin necesidad de abandonar la práctica deportiva, siempre disminuyendo aquellas acciones y entrenamientos que producen la lesión. Pero si nos encontramos en la fase aguda de la tendinopatía es necesario el reposo absoluto y cese de toda actividad física y deportiva para evitar sobrecargar o agravar el problema.

El tratamiento para la tendinopatía rotuliana se basa en una serie de medidas que ayudan a disminuir el dolor y mejorar la dolencia:

– Aplicar calor seco para calmar la zona.

– Reposo, aunque si se practica deporte se debe tener en cuenta: calentar mucho antes y estirar bien después de los ejercicios y no realizar ejercicio si la patología está en el estadio 3, aplicar frío al acabar de realizar el deporte o el entrenamiento para que el ligamento no se inflame mucho y evitar ejercicios en los que se flexione con carga la rodilla (como subir escaleras, sentadillas, etc.).

– Antiinflamatorios no esteroideos

– Cintas para sujetar el tendón, eso evita que se mueva y que aumente la tendinitis.

– Fisioterapia: ejercicios de rehabilitación de la musculatura de la cara anterior del muslo (cuádriceps).

– Infiltración de corticoides.

– Infiltración de Factores de Crecimiento, es una terapia mínimamente invasiva que ayuda a regenerar y cicatrizar rápidamente los cartílagos sin necesidad de intervención quirúrgica. Los Factores de Crecimiento se pueden combinar con la Ozonoterapia.

El tratamiento de la tendinopatía o tendinitis rotuliana conocida también como “rodilla de saltador” dependerá del grado de la lesión. Si la tendinitis rotuliana es leve puede tratarse sin necesidad de abandonar la práctica deportiva, disminuyendo aquellas acciones y entrenamientos que fomenten la tendinopatía rotuliana como los saltos e impactos constantes en la rodilla.

Si la tendinopatía rotuliana se encuentra en la fase aguda será necesario el reposo absoluto y cese completo de la actividad deportiva. No obstante será un médico especialista quien deberá determinar el grado de la lesión y el tratamiento que más se ajuste a cada caso teniendo en cuenta la edad, condición física, trayectoria e historial clínico.

  • Los Factores de Crecimiento Plaquetarios ayudan en la recuperación de la tendinitis rotuliana aliviando el dolor y favoreciendo la recuperación y regeneración de la zona afectada. Además se puede combinar la aplicación de plasma rico en plaquetas con fisioterapia u ozonoterapia para acelerar la recuperación.
  • Corrección de malas posturas y uso de material deportivo: Lo primero que se debe hacer es poner remedio y evitar aquellas posturas que dañen la rodilla potenciando la tendinitis, así como evitar actividades que requieran de saltos y golpes constantes. Por otra parte es recomendable el uso de material deportivo adecuado a la actividad que vayamos a realizar para evitar la tendinitis de rodilla.
  • Medicación: Los antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar el dolor de rodilla y bajan la inflamación. Se debe evitar la medicación con esteroides.
  • Reposo : Tanto deportivo como laboral, evitando ejercitar la zona salvo en casos de tendinopatía leve si el médico así lo recomienda.
  • Método RICE: Reposo, Hielo, Comprensión y Elevación.
  • Fisioterapia: Los ejercicios de fisioterapia y los masajes pueden aliviar el dolor y facilitar la recuperación de la tendinopatía.
  • Láser de baja frecuencia.

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